Solidaridad está lejos de ser la primera palabra para nombrar la característica más prominente del sujeto contemporáneo; no es un término con el que la sociedad actual identifica a los jóvenes, al menos, no mucho más que amenaza, indiferencia, dependencia, consumo o desidia; y no es el tipo de experiencia con el que nuestro mundo profundamente desigual identifica al joven de las comunas de Medellín, las favelas de Brasil, las villas-miseria de Ar...