Cada sábado, Griselda se desplaza hora y media hacia el centro de Bogotá para hacer el aseo en una casona habitada por una mujer lacónica y espectral. Mientras limpia, cavila: en la enigmática vida de su patrona, en las brechas que las separan, en su propia madre y hermana, ambas postradas por la enfermedad y la vejez. Griselda aprovecha la soledad de su trabajo para imaginar posibles futuros, pequeñas victorias, hasta que un día, sin más, la rea...