Este libro surgió en un principio de la apuesta del autor por desempolvar, redescubrir y dar nuevo lustre a palabras antiguas que, si bien no se han borrado de la memoria de los hombres, han caído en relativo desuso en una época de espejismos digitales. Pero como ocurre siempre con el misterio insondable de la literatura, esa apuesta original muy pronto rebasó al creador. Escenas de gran plasticidad visual, atmósferas envolventes y personajes entrañables empezaron a adueñarse de las historias, que al ritmo de esa otra dimensión -también hipnótica- de las palabras, su sonoridad, terminarán grabándose en la memoria del lector.