En la inmensidad de nuestra selva, se escuchan aún las voces de nuestros antepasados indígenas, palabras mágicas que van de boca en boca contando cómo subieron las estrellas al firmamento, o las experiencias amorosas de animales que se transformaron en mujeres o quizá hombres que se transformaron en animales. Palabras que se han enriquecido de generación en generación, porque siempre hay quien quiera contar una historia que no se sabe quién contó...