Los motivos que han impulsado el desarrollo de la integración europea en estos sesenta años han sido diversos: la necesidad de reconciliación, de desarrollo económico, o el proyecto de realizar un gran mercado interior. Hoy, la Unión se enfrenta a un nuevo desafío, el de consolidarse como un verdadero actor global, capaz de hacer oír la voz de Europa en el nuevo escenario internacional. El Tratado de Lisboa ofrece nuevos instrumentos y oportunida...