En este libro, se demuestra que las decisiones filosóficas no son otra cosa que reflexiones sobre la vida ordinaria, metodizadas y corregidas, pues la utilidad mayor y acaso única de toda reflexión pura es, después de todo, ampliar el conocimiento, como una disciplina que lleve a descubrir la verdad y el bienestar. Estas reflexiones constituyen una de las expresiones más brillantes de la literatura didáctica, de fácil lectura, que recomiendan pautas de conducta cuya esencia se mantiene incólume, ya que hace énfasis en los defectos y virtudes del ser humano.