Hoy en día, ante la ausencia de formación de habilidades en el ejercicio de la abogacía, la cual hemos padecido la mayoría de los que nos dedicamos a esta profesión, se tiene el falso convencimiento de que exclusivamente la práctica diaria nos hará mejores abogados. Aunque la práctica sin duda ayuda, lo realmente importante es la buena práctica. La buena práctica implica conocer y utilizar gran parte de las mejores herramientas de estudio, gestió...