Desde el momento en que las personas nacen comienzan a adquirir el concepto de masculinidad y feminidad, y, sorprendentemente, lo hacen muy deprisa. Generalmente, cuando llegan a los tres años, ya han aprendido la mayoría de las características claves del sexo que estará con ellos el resto de sus vidas. El ser masculino o femenino no es algo con lo que se nace. Es algo que se aprende. Son la sociedad y la cultura, y no el ADN, quienes indican cóm...