El deseo de lo femenino debe, entonces, armarse de nuevocomo tentación, tender la mano, tomar y morder la manzana, comérsela toda, puesel deseo de la mujer ha sido deseo de saber, y con ello ha conspiradoanímicamente y con gran imaginación contra las estructuras fosilizadas y los sentidoscoagulados de una historia que se ha construido como ley, hierro, cárcel,piedra, encierro, muerte; es decir, de una historia que no ha amado el cambio yla transf...