“Mis manos trazan cada noche un mapa sobre tu piel. Los dedos buscan con su magia la salida del laberinto, la ciénaga donde se une toda voluntad. En este momento llamo a la memoria para que encuentre esos momentos en que mis dedos y mi lengua se han estrechado con tu clítoris que se endurece y sale del vello púbico, asomándose a encontrar la mano tiende su tele como araña o se mueve como cangrejo en busca de la grita donde estará a salvo, definit...