En cierta ocasión cuando vivía en Francia, llegó un paquete por correo de una novia española que tuve. Además de la carta había un cartoncito transparente, pero como era muy temprano lo dejé para después. Sin darme cuenta cayó accidentalmente en el café del desayuno y cuando fui al baño a afeitarme vi como el espejo me hacía muecas. ¿Yo por qué me veo así?, me dije. Empecé a ver pequeñas culebritas bajando del techo y corriendo por las paredes. Y...