<p>Convencido de que para alguien con sus aspiracionesliterarias podía convenir vivir en el país de Franz Kafka y deMilan Kundera, el joven Eugen Salmann acepta la propuestaque le hacen de irse al este europeo. Ni de lejos sospecha esteaprendiz de escritor que en Praga no conseguirá ni abrir unanueva filial para su empresa ni escribir una sola línea. Másaún: como si fuera un personaje de Kafka, más...