Nunca es buen momento ni lugar para morir pero morir la vispera de Reyes en un solar abandonado parece mas una maldicion que un destino Eso es lo que le ocurre a Amado Martel un hombre amante del conac y las vidrieras que reparte su tiempo entre los amigos de bar y su familia y que aparece con la cabeza abierta entre los escombros de una parcela sin edificar en su barrio de siempre Ante las sombras que arroja esa muerte siniestra el hijo de la vi...