pErase una vez el fin es la confesion de un condenado no necesariamente por la ley aunque se la salte cuando haga falta sino por un entorno degradado y carente de dignidad donde la solidaridad entre desheredados se ha vuelto punalada en la espalda o en toda la cara El reverso de un anuncio reciente del Gordo Un Gijon con ecos de Vian Goodis y Welsh se prepara para recibir la Navidad Un pianista de hotel alcoholizado que todavia vive en casa de lo...