<p>¿Qué se creían aquellos locos, acaso que las cosas se podían cambiar? En 1873 se proclama la I República. Los deseos de cambio se extienden por todo el país. En la aldea de Casas de Don Antonio, pegada al Guadalquivir, los hombres abandonan la pesca del esturión y se unen a los voluntarios de la República, participando en la rebelión cantonal. Solas, sus mujeres tienen que salir ...