<p>El pecado original es pensar que a nosotros no nos pasará nada. Mezclar familia y empresa lleva muchas veces a que la lógica de la razón y la lógica del corazón entren en conflicto. Cuando a los problemas existentes en todas las familias se añade el compartir la propiedad y la gestión de un negocio, el riesgo de discrepancias, tensiones y peleas aumenta de forma exponencial. La dificultad de ...