Un clásico es un amuleto que nos ayuda a organizar el mundo. Al menos así lo entiende Italo Calvino. Por supuesto que está hablando de la idea abstracta, la historia, las palabras que quedan resonando en nuestras cabezas. No se refiere a una primera edición de Cien años de soledad firmada por el autor, ¿o sí? Para Álvaro Castillo Granada, en el libro que el lector ahora sostiene en sus manos, la respuesta es positiva. Con una prosa ágil, intelige...