Se llama Mara Campuzano. Tiene 28 años. Ninfómana. Su mascota es un mangle que cuida de noche y de día. Traba-ja como fotógrafa en Quépasa, un pasquín sensacionalista experto en fleteos, incendios, machetazos, suicidios, chi-cas prepago en el parque Lleras, travestis de la Mayorista, silleteros en desfile. Junto a su jefe, Mao Benítez, un sesentón copisolero que adora el latín, y su colega, Quique Manjarrés, redactor estrella de un diario estre...