Luis López Peralta era concejal de un pueblo de La Guajira. Denunció por corrupción al alcalde Kiko Gómez, que era su aliado político, y se postuló para sucederlo. Todo parecía indicar que López sería elegido por los votantes, pero antes fue asesinado. En la población era un secreto a voces que el alcalde había ordenado su muerte y aun así tuvo el cinismo de cargar el ataúd y homenajearlo en su funeral. Gómez se convirtió en uno de los hombres má...