Comienza con el regreso de Napoleón de su exilio en la isla de Elba, llega a Francia rodeado del fervor popular, levanta un ejército y finaliza en Waterloo. Durante esos cien días el emperador es asaltado por el desánimo y la duda. Sabe que los vítores de la multitud van dirigidos a la imagen de un Napoleón que ya no existe . Y es a esa imagen a la que Angelina une su suerte ciegamente. Durante la novela se entrecruzan los destinos de ambos, del ...