Con anterioridad al presente libro, los estudios sobre los seminarios conciliares eran obra de autores eclesiásticos: se los concebía como instituciones meramente clericales, producto de la voluntad de un obispo que los fundaba. Era innecesario realizar aproximaciones comparadas, pues cada uno nacía maduro y se mantenía más o menos inamovible a lo largo del tiempo. Sobra decir que semejantes trabajados rara vez interesaban a lectores seglares. En...