Edición crítica con estudio introductorio y guía de lectura.Si en el contexto de las actitudes, las tramas, los modelos de personajes y la conciencia crítica, los cuentos de Los jefes significan un anuncio de lo que serán sus novelas posteriores, en el ámbito del estilo ocurre lo mismo. Las audacias técnicas que descubrimos desde La ciudad y los perros, y comprobamos aumentadas, al menos hasta La guerra del fin del mundo, en los años ochenta, comienzan a vislumbrarse en esos relatos que piden, además, espacios más amplios. Por otro lado, frente al realismo mágico, que triunfa en la década de los sesenta, y es considerado por la crítica como un modelo propiamente hispanoamericano, la escritura de Vargas Llosa huye de elementos míticos o fantásticos y se instala más bien en un realismo que trata de dar una visión totalizadora de la realidad, y concentra todos los esfuerzos en los logros técnicos, antes que en los anecdóticos o argumentales.