Las sociedades modernas tienen que prepararse para un escenario en el que todos los riesgos están a la vista. En estas condiciones, en las que todo es posible de nuevo, la fortaleza de la subjetividad es el único camino abierto si queremos seguir vinculados a la historia de libertad que Occidente ha protagonizado desde la p olis griega. Ninguna administración de las cosas, por perfecta que sea, puede sustituir los beneficios de una subjetividad l...