Los mártires es un libro de relatos cortos, cada uno de los cuales está consagrado a una figura de la literatura universal, desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días. Con naturalidad nos lleva de un Hölderlin crepuscular a un Quevedo socarrón, pasando por un melancólico Miguel de Cervantes. Más que deificar, Constaín humaniza, y lo hace mediante una prosa fina, llena de una sutil ironía, y con una erudición tan completa que le permite alterar la historia oficial de manera imperceptible.