Desde sus inicios y por mucho tiempo, la historiografía nacional se dedicó fundamentalmente a elaborar una historia política exaltando batallas, generales, nobles patricios y presidentes, en una concepción muy estrecha de la propia realidad. Era una versión protagónica que solo hacía alusión a pequeños grupos dominantes y dejaba por fuera a una multiplicidad de actores sociales que yacían prácticamente invisibles. Se subvaloraba esa mayoría anóni...