Inglaterra, julio de 1956. Stevens, el narrador, durante treinta años ha sido mayordomo de Darlington Hall. Lord Darlington murió hace tres años, y la propiedad pertenece ahora a un americano. El mayordomo, por primera vez en su vida, hará un viaje. El americano regresará por unas semanas a su país, y le ha ofrecido al mayordomo su coche —que fuera de Lord Darlington— para que disfrute de unas vacaciones.
Y Stevens, en el antiguo, lento y señori...