"Seré horriblemente agresivo en este libro, tanto más cuanto que profeso un franco desprecio a las medidas palabras y a la elocuencia académica. Por otra parte, la lucha encarnizada que sostenemos cada día contra todos y contra todo, ha exasperado singularmente nuestra violencia habitual.Las circunstancias nos imponen actitudes brutales. Nuestro caminar azaroso apenas puede cuidarse de sensiblerías. Por esto, nos es forzoso avivar crudamente el m...