Con el desarrollo abrumador de las tecnologías de diagnóstico imagenológico y de laboratorio, en los últimos veinte años, los médicos contemporáneos han venido olvidando el arte de la semiología, pensando de manera equivocada que las máquinas han sustituido el ojo clínico. La experiencia reciente ha demostrado lo contrario. Cuando un médico manda exámenes para tratar de orientar el diagnóstico de un paciente, casi siempre termina en un fracaso y ...