George Steiner dijo alguna vez a propósito de lo que significaba para él leer a Marshall McLuhan: "No es cosa fácil de hacer. Los escritos de Marshall McLuhan están tan llenos de novedad, fuerza de sugestión, vulgaridad intelectual y descuido que uno se siente tentado enseguida a dejarlos a un lado" (Steiner, 1988, p. 287). Es posible que Steiner tuviera razón. Leer a McLuhan es complejo y, muchas veces, desalentador. En efecto, sus textos están ...