La educación superior siempre ha requerido una continua evaluación, tanto con respecto a sus alcances, a sus métodos de enseñanza, investigación y generación de conocimiento, como con respecto a su responsabilidades sociales y públicas. Pero dichos procesos evaluativos también han estado marcados por el debate continuo entre los académicos, los estudiantes, los dirigentes politicos, los responsables de la dirección del Estado, y diferentes grupos...