Estas no son las cartas de amor de un escritor, como las de Rulfo a su Clara: son las cartas de un hombre con la sensibilidad de un artista, y en su sinceridad y entrega podemos escuchar una voz que permanece intacta en sus palpitaciones, quejas e ilusiones. A veces es la palabra de un poeta, frágil e inseguro, protector y generoso en su sentir; otras, un narrador puntilloso, enérgico y doméstico, con el tono de un padre, un amigo, un amante. Y e...