Una familia de sefardíes (entre askenazís, judíos de Europa oriental) que sube y baja, entra por los más variados laberintos y, como es contada por un niño, la historia resulta siendo vertida en desmesuras, supersticiones, viajeros, situaciones chistosas y al final, bueno, llegan a Jerusalén para darse cuenta de que ya la conocían. Esta novela, ¿qué vida de familia no es una novela con aciertos y disparates?