Ya conocen la historia: el zapato de cristal, el Príncipe Encantador, felices para siempre. Bienvenidos a la realidad: aburridas clases de genealogía real, de costura, de cómo comportarse como «una señorita» y, lo peor de todo, un príncipe que es todo menos interesante y, desde luego, en absoluto encantador. La futura princesa Ella trata de enfrentarse a su nuevo estatus real, pero se da cuenta de que no tiene madera de «majestad». Sin embargo, r...