Historia paralela a las gestas del Mío Cid. Esteban de Sopetrán ha vivido en un monasterio desde que tiene memoria, no obstante, a él le llama la atención la vida exterior al claustro, gusto incitado por juglares como Jacobo, quien relataba actos heroicos a Esteban. Un día se era aprendiz de monje y al otro se podía ser escudero. Más temprano que tarde, Esteban dejaría la vida religiosa para recorrer los reinos de Burgos, Castilla y Zaragoza. Dur...