«La montaña tiene mucho más en común con la vida de lo que crees. Suelo decir que un día en ella equivale a dos en la ciudad por lo menos. Incluso una naranja o un bocadillo saben diferente. Desde finales de los 70 me acerco siempre que puedo a esas mágicas cumbres, y cada vez que lo hago la montaña -alta o baja- me regala lecciones para mi vida personal. Lecciones sobre la amistad~ la soledad, la confianza ... » A través de sus propias experie...