El sigo XXI se presenta lleno de posibilidades educativas a la vez que plantea una serie de retos y problemas de gran calado a los que han de hacer frente los agentes educativos: alumnos, familias, docentes, escuela, para ello se hace necesario una serie de cambios en profundidad relativos a las funciones que estos agentes han de desempeñar para que la educación responda de verdad a la naturaleza de la persona, tal como propone la concepción educativa personalizada. la primera condición natural para que un alumno se eduque es que quiera educarse, es decir, este motivado a ello, por esta razón se hace necesario conocer cuales son los motivos "nucleares" o grandes motores que mueven a la persona, de acuerdo con sus necesidades más profundas de las que derivan todos los motivos y necesidades restantes. Y dado que cada persona le motiva lo que para ella es valioso, resulta también imprescindible poner de manifiesto los motivos o valores concretos, derivados de los primeros, que determinan, de modo puntual, todas y cada una de las acciones de la conducta humana y comprobar hasta que punto se sirven de ellos tanto los docentes en sus clases como las familias en sus hogares para conseguir que sus alumnos e hijos respectivamente, "quieran" educarse. Este libro indica y ofrece una serie de líneas de acción educativa y actividades mas concretas para uno y otros, que puedan serles de utilidad en la tarea que tienen por delante.