Los sarcasmos de este libro en torno a la novela, explican lo debates ocurridos. Suárez en su libro, se burló con una delectación propia de la gente humilde de Antioquia, que no se deja deslumbrar por los cachacos de Bogotá. «La prosapia de aquella gente es pura, ilustre y antiquísima. Pasando por los virreyes de Nueva España y Oidores de Charcas, por el presidente don Juan Borja y por San Francisco del propio apellido, y aconsejando a Jiménez de...