En este libro la muerte no irrumpe: respira, roe, cuida. Alejandra Lerma escribe desde la fisura que deja el padre, pero también desde la materia que permanece. Cada poema levanta una geografía íntima donde el cuerpo se disuelve sin desaparecer. Hay una forma de amor aquí que no busca redención, sino lenguaje.
Yenny León
Que los poetas de nuestra lengua suelen encarar la muerte del padre con poemas es cosa bien sabida desde que Jorge Manriqu...