Mi intento ha sido poner en la plaza de nuestra república una mesa de trucos, donde cada uno pueda llegar a entretenerse, sin daño de barras; digo, sin daño del alma ni del cuerpo, porque los ejercicios honestos y agradables antes aprovechan que dañan . Ni más. Ni menos. No hay en la obra de Cervantes una mesa de trucos como la que ofrecen las Novelas ejemplares. En todos sus textos, en todos los géneros a los que se acercó Cervantes, a todos los...