Una ciudad moderna nace en medio de los escombros de la vieja Pekín: torres multifamiliares se alzan como lápices hacia lo alto en oposición a la vieja China pobre y rural de Mao. En la calle un océano de bicicletas, triciclos: es el reino de las dos y tres ruedas y del caos, un caos amable, complaciente como la sonrisa de sus habitantes, quienes conversan sentados en el suelo, con los zapatos al lado.Colores y olores arremeten contra los sentido...