En Wilde no hay dicotomía, o al menos, no la que tradicionalmente se le apunta. Al tratar de su vida hay que hacerlo también de su obra, y viceversa, puesto que ambas están regidas por una misma estética; ésta, eso sí, muy llena ya de matices: culturalismo, paganismo, artificio, escándalo, dandismo o anarquismo Una amplia rebeldía, en cualquier caso. Y esa estética en la vida, y vida en la estética, es el Wilde que se encuentra en estas páginas. ...