Las páginas que comienza a leer no van a sorprenderlo por los hechos atroces que cuentan, ni porque develen a un novel narrador, ni porque propongan interpretaciones atrevidas para el conflicto armado colombiano. Las historias que siguen están ataviadas con la sencillez de la conversación cotidiana, y por eso, y porque son narradas por hombres que han hecho la guerra como parte del Estado, es muy difícil abandonarlas antes de llegar al punto fina...