Esta obra enfrenta la idea de creación como sometimiento y destrucción del orden natural, del otro, que tiene su origen en la construcción del patriarcado. A esta acepción, que continúa enseñándose en las aulas, vertebrando genealogías artísticas y alimentando los sueños de trascendencia de muchos jóvenes heterosexuales que aspiran, según la famosa máxima de Freud, a “conseguir el poder y el amor de las mujeres a través del arte” opone ...