En 1982, la comunidad maya de Santa María Tzejá fue una de las tantas masacradas y erradicadas por parte de fuerzas armadas y paramilitares guatemaltecas. Aunque diversos factores ocultaron los acontecimientos, la antropóloga Beatriz Manz ofrece en este libro tanto un estudio académico como un testimonio personal del nacimiento, destrucción y renacimiento de este lugar, característico de las fuerzas y conflictos de la Guatemala contemporánea. Para Rigoberta Menchú, esta obra representa un logro extraordinario y un documento determinante sobre este periodo de genocidio.