Este libro es producto de una investigación sobre los partidos políticos latinoamericanos con amplia evidencia empírica obtenida de documentos primarios y de entrevistas con los propios actores que se presenta siguiendo un esquema teórico igual para abordar el estudio de cada caso seleccionado. Su punto de partida ha sido la revaloración del papel de los partidos políticos en América Latina. Una vez pasados los primeros momentos de la transición a la democracia tras la década de 1980, ya bajo procesos poliárquicos rutinarios, los electores han continuado reconociendo a los partidos como referentes, a pesar de generalizados y aparentemente contradictorios sentimientos antipartidistas. Los partidos han tenido que ver con la apertura de los regímenes políticos hacia la participación de sectores independientes, pero también con la desconfianza que grupos ciudadanos manifiestan tenerles. Se les ha criticado y se han promovido modos de representación alternativos, pero hasta el momento no se han propuesto otras formas de democracia que puedan operar sin el concurso de los partidos. En este sentido, en la mayoría de los sistemas políticos latinoamericanos, aun en aquellos que suelen ser considerados como sistemas de partidos de débil institucionalización, los partidos siguen siendo indispensables para el funcionamiento de los sistemas políticos democráticos y sería inimaginable una democracia moderna sin partidos. El presente volumen acerca al lector a la realidad de los países andinos, región que ha vivido en la última década uno de los procesos de descomposición del universo partidista más intensos de toda América Latina. La aparición y desaparición de partidos políticos ha constituido un reto fundamental para la ciencia política. No obstante, el propio vigor de la realidad partidista ha mantenido la presencia de estas instituciones en los distintos sistemas políticos adoptando formas profundamente diferentes.Una vez pasados los primeros momentos de la transición a la democracia tras la década de 1980, ya bajo procesos poliárquicos rutinarios, los electores han continuado reconociendo a los partidos como referentes, a pesar de generalizados y aparentemente contradictorios sentimientos antipartidistas. Los partidos han tenido que ver con la apertura de los regímenes políticos hacia la participación de sectores independientes, pero también con la desconfianza que grupos ciudadanos manifiestan tenerles. Se les ha criticado y se han promovido modos de representación alternativos, pero hasta el momento no se han propuesto otras formas de democracia que puedan operar sin el concurso de los partidos. En este sentido, en la mayoría de los sistemas políticos latinoamericanos, aun en aquellos que suelen ser considerados como sistemas de partidos de débil institucionalización, los partidos siguen siendo indispensables para el funcionamiento de los sistemas políticos democráticos y sería inimaginable una democracia moderna sin partidos. El presente volumen acerca al lector a la realidad de los países andinos, región que ha vivido en la última década uno de los procesos de descomposición del universo partidista más intensos de toda América Latina. La aparición y desaparición de partidos políticos ha constituido un reto fundamental para la ciencia política. No obstante, el propio vigor de la realidad partidista ha mantenido la presencia de estas instituciones en los distintos sistemas políticos adoptando formas profundamente diferentes.El presente volumen acerca al lector a la realidad de los países andinos, región que ha vivido en la última década uno de los procesos de descomposición del universo partidista más intensos de toda América Latina. La aparición y desaparición de partidos políticos ha constituido un reto fundamental para la ciencia política. No obstante, el propio vigor de la realidad partidista ha mantenido la presencia de estas instituciones en los distintos sistemas políticos adoptando formas profundamente diferentes.