Estamos en una sociedad donde predomina la racionalidad impuesta por el sistema capitalista y corporativo. En ella, el sentido de la vida tiende a reducirse a una cuestión meramente económica, que impone el consumismo, la posesión de riqueza y el lujo como únicos mecanismos que manifiestan progreso y felicidad, dejando de lados los más profundos sentimientos humanos como son el amor y el verdadero sentido emocional del vivir la vida…El mundo no s...