La Constitución de 1991, en procura de depurar las costumbres políticas y de hacer transparentes los procesos de elección de senadores y representantes, estableció un riguroso régimen de inhabilidades, de incompatibilidades y de conflicto de intereses al que deben someterse quienes aspiran a ser elegidos al Congreso, lo mismo que quienes resulten elegidos. Con miras a hacer efectivas esas condiciones y restricciones, estableció, además, una sanci...