Millones de pobres atestan las periferias del mundo globalizado. Pobres que según la mirada de quien los analiza, se convierten también en criminales, bandidos, esclavos, excluidos, marginales o reclusos. Colocados en un limbo geográfico entre el norte y el sur del mundo, sobre ellos se experimentan los rígidos dictados de las economías de mercado y las más eficientes políticas de seguridad. Lejos de representar un fenómeno transitorio, tal cond...