La completa extrañeza con que hoy observamos la figura del monarca dentro de la historia nacional es una de las formas posibles de comprobar cuán profunda fue la revolución neogranadina de la década de 1810. El rey había sido durante tres siglos la figura paradigmática y el centro de la sociedad neogranadina, mientras que en la actualidad resulta no solo lejano sino incluso caricatural, bien sea por lo exótico o por lo sombrío. Este volumen ofrec...