Afirmamos que el ser humano es a la vez y necesariamente individual, social e histórico, y que estas dimensiones vienen exigidas por su propia realidad especifica. No se trata de caracteres conceptivos o culturales donde radica el pluralismo y la dimensión social humana, sino en unos estrictamente físicos. El pluralismo no es la suma de individuos iguales, sino que es una unidad primaria que se pluraliza en individuos.